Nuevo Baztán

Arquitectos de Madrid: José Benito de Churriguera

La transición entre los siglos XVII y XVIII está marcada en lo político por la decadencia y fin de los Austrias, y en lo arquitectónico y artístico por la influencia del llamado barroco castellano o castizo. El estilo irá evolucionando hacia lo ornamental y lo recargado, y terminará por adoptar el nombre de la familia más representativa del momento: el “churrigueresco”, en honor a José Benito de Churriguera y a sus hermanos Joaquín y Alberto. El estilo “churrigueresco” continuaría en Madrid sobre todo con Pedro de Ribera, con quien trabajó en la primera fase de la construcción del Conde-Duque o la iglesia de San Cayetano.

Con este proyecto se trata de implantar en Madrid los principios del colbertismo, un sistema económico de origen francés que, a grandes rasgos, defendía la autoproducción para evitar importaciones, promover el consumo de proximidad y fomentar la exportación. 

Nuevo Baztán nace como experimento: un lugar de producción (bebidas, jabón, telas o vidrio) para cubrir las necesidades de Madrid, a pocos km, que incluía además viviendas para los trabajadores, zonas de recreo, mercado, áreas industriales (hornos, talleres, etc.) y explotación agrícola. Todo ello articulado en torno a la residencia familiar, el palacio y la iglesia adyacente, creando un conjunto heterogéneo en el que aún se aprecian restos del barroco castellano.